El Golf gira en torno al objetivo fundamental de impulsar una pelota desde la salida hasta el hoyo utilizando una serie de golpes con palos especializados. El juego implica una selección estratégica de palos, adaptada a factores como la distancia y el terreno. En los Juegos Olímpicos, el golf adopta un formato de juego por golpes, en el que los jugadores recorren un campo de 18 hoyos durante cuatro días consecutivos, sumando sus golpes con el objetivo de lograr la puntuación acumulada más baja.
